Tener una visión o un propósito hacia nuestro futuro puede llegar a ser sumamente inspirador y excitante pero también nos puede mantener fuera de nuestro presente, nos puede quitar los ojos del aquí y el ahora. Podemos notarlo cuando encontramos que nuestros pensamientos sobre el futuro nos distraen de nuestra participación en el presente. Sucede que nos cachamos esperando el momento o la situación ideal para lograr nuestro cometido.
En esta vida no hay garantías, cuando nos amarramos al pasado o estamos en espera del momento ideal, podemos perdernos de florecer o lograr transformarnos. El presente siempre nos ofrece la oportunidad de enraizarnos en lo que hacemos y abrir nuestros corazones al propósito de vida.
Podríamos vivir plenamente aceptando lo que se presenta, sin dudas, aunque las condiciones no fueran las perfectas. Detener nuestra fuerza vital y toda nuestra energía de vida para encontrar la felicidad más tarde no suena muy coherente. Y esto es lo que hacemos cada vez que vivimos en el pasado o decidimos que “mejor ahora no” porque quizá en el futuro las condiciones sean las adecuadas.
Dejamos de abrazar este momento, así como se presenta y de aceptarnos nosotros mismos así como somos, aquí y ahora. Es como una tendencia a frenar el aceptarnos y amarnos así tal cual somos. La costumbre de poner condiciones para todo. - Si sucede esto o el otro entonces…. – O –Cuando suceda esto o lo otro entonces…-
Nos presentamos ante la vida con un conjunto de condiciones que deben de cumplirse antes de que digamos SI al regalo de nuestras propias vidas.
Ahora es el momento para cada uno de nosotros de florecer en donde nos plantamos, en vez de seguir con esa tendencia de frenarnos, retenernos. Ahora es el momento de decir SI, de ser valientes y comprometernos plenamente con nosotros mismos, si no lo hacemos nosotros quien?
Ahora es el momento de ser vulnerables, abrirnos al mundo desplegar nuestras alas y volar.
Sandra Guerrieri
Facilitadora Internacional de CMR
En esta vida no hay garantías, cuando nos amarramos al pasado o estamos en espera del momento ideal, podemos perdernos de florecer o lograr transformarnos. El presente siempre nos ofrece la oportunidad de enraizarnos en lo que hacemos y abrir nuestros corazones al propósito de vida.
Podríamos vivir plenamente aceptando lo que se presenta, sin dudas, aunque las condiciones no fueran las perfectas. Detener nuestra fuerza vital y toda nuestra energía de vida para encontrar la felicidad más tarde no suena muy coherente. Y esto es lo que hacemos cada vez que vivimos en el pasado o decidimos que “mejor ahora no” porque quizá en el futuro las condiciones sean las adecuadas.
Dejamos de abrazar este momento, así como se presenta y de aceptarnos nosotros mismos así como somos, aquí y ahora. Es como una tendencia a frenar el aceptarnos y amarnos así tal cual somos. La costumbre de poner condiciones para todo. - Si sucede esto o el otro entonces…. – O –Cuando suceda esto o lo otro entonces…-
Nos presentamos ante la vida con un conjunto de condiciones que deben de cumplirse antes de que digamos SI al regalo de nuestras propias vidas.
Ahora es el momento para cada uno de nosotros de florecer en donde nos plantamos, en vez de seguir con esa tendencia de frenarnos, retenernos. Ahora es el momento de decir SI, de ser valientes y comprometernos plenamente con nosotros mismos, si no lo hacemos nosotros quien?
Ahora es el momento de ser vulnerables, abrirnos al mundo desplegar nuestras alas y volar.
Sandra Guerrieri
Facilitadora Internacional de CMR